viernes, 24 de abril de 2015

Pritzker Ibéricos (4/5) Rafael Moneo



Extracto de la conferencia de Rafael Moneo el 24 de abril de 2015 con motivo de la celebración del 50 aniversario de la ETS de Arquitectura de la Universidad de Navarra

Muchas gracias. Después de las dos intervenciones de Álvaro Siza y de Eduardo Souto que he visto con tanto interés, debo comenzar diciendo que espero que se entable luego el debido diálogo, porque si no, me siento casi con ganas de continuar y responder a muchas de las preguntas que se han hecho y yo me he hecho al ver su trabajo. Pero lo dejamos para luego. La verdad es que para ustedes también habrán sido momentos intensos, desde luego lo han sido para mí (…). 
Tendría que comenzar diciendo que cuando José Ángel Medina me pidió que viniera, naturalmente le contesté que sí. (…) Cuando pensaba qué decir hoy, sabiendo que iban a estar también conmigo Álvaro Siza y Eduardo Souto pensé que era inevitable que hablara del Museo y con buenas razones. La primera, porque realmente quiero explicar a los estudiantes y quiero compartir con ellos, hasta donde uno es capaz de razonar cómo procede en términos de proyecto arquitectónico, lo que ha sido el proyecto del Museo de la Universidad de Navarra. Y después debo decirles que también pensé enseguida que si iba a hablar del Museo, para mí suponía un virtuoso acto de humildad presentarlo a Eduardo y a Álvaro. Y por eso también me atraía encontrarme en la situación de ustedes, como un estudiante más, dado el respeto, por no decir veneración, que hemos sentido las gentes de mi generación por Álvaro y lo mucho que también valoramos el trabajo de Eduardo. Sin tanta veneración que hemos sentido por Álvaro, que verdaderamente para nosotros ha supuesto un referente, aunque en edad no haya tanta distancia (…)
Y luego también me alegra y también creo que tiene que ver con la celebración de esta Escuela, el hecho de que en el proyecto del Museo hayan estado presentes dos antiguos alumnos de la Escuela. Por un lado Manolo Blasco, que debe pertenecer a alguna de las primeras promociones, y por otro lado Blanca Hernández que lleva tiempo trabajando conmigo en el estudio, que ha estado pendiente y a quien se debe, seguramente, muchos de los logros, si hay alguno.
(…)

La primera imagen es de María Josefa Huarte y eso me lleva a una reflexión que me parece que tiene su interés. Es reconocer cuánto, a mi me gusta pensar, detrás de los proyectos hay siempre una historia y hay una relación personal, que en el fondo un proyecto no es simplemente un intercambio de servicios por el que uno recibe un salario, sino que al final, detrás de los proyectos hay siempre eso que ahora llaman un relato y hay un fondo sentimental, si se quiere, que para mí tiene mucho valor.


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