viernes, 25 de octubre de 2013

Kevin Roche P1982


“El papel del arquitecto es ser el sirviente de la sociedad. Debe dedicar todo su esfuerzo a la creación de edificios que sirvan a las personas, sobre todo para cobijar sus actividades, como el trabajo, el ocio o el culto… El premio de nuestra profesión es crear algo para que la gente disfrute, y si es así, es nuestra única recompensa. Nuestro último objetivo es crear edificios cómodos para la gente, y ésa es nuestra satisfacción.” (El País, Madrid, 25 de abril de 2002)

A lo largo de su obra Kevin Roche nunca ha dejado de cuestionar los principios de la modernidad. A diferencia de la de algunos arquitectos del Movimiento Moderno, con quien establece una actitud crítica, su discurso sobre la arquitectura no se dirige hacia un futuro impredecible, sino a la solución de problemas y a establecer una presencia acorde a las realidades del tiempo presente. 

Roche realiza una intensa investigación en busca de una solución a estos problemas, a aquellos que definen la naturaleza propia de cada proyecto, sin mostrar preocupación aparente por el modo en el que formalmente se resuelven, casi siempre recurriendo a volúmenes geométricos puros, y con vocación de transcendencia..
Ha sido definido como un innovador, un profesional que no se preocupa por las tendencias, un hombre tranquilo, humilde, que concibe y ejecuta grandes obras, un hombre generoso pero de estrictas normas para su propio trabajo. 

El 25 de octubre del 2013 Fco. Javier  Berganza Basurto, Jaime Gutiérrez Serrano, Mario Albar Barro, Guillermo Escribano Arrieta y Mónica Cárcaba Yagüe repasaron la obra del genial arquitecto americano. 


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