viernes, 7 de marzo de 2014

OR Simón Rodríguez-Pagès

Simón Rodríguez-Pagès durante las críticas públicas en el taller de Proyectos IV

Siempre hemos oído que la buena arquitectura no depende del tamaño del proyecto si no del acierto en la escala. Y eso pudimos comprobar en la conferencia que el arquitecto francés Simón Rodríguez-Pagès, profesor invitado de proyectos durante este semestre, impartió en la Escuela el viernes 7 de marzo. Y ahí se comprobó no sólo que esa máxima se cumple a la perfección sino que, además, los buenos arquitectos no siempre se encuentran más cómodos en edificios de gran porte.

Si bien la conferencia se centró únicamente en tres edificios, el discurso de Simón aludió a algunos de los principios de Jacques Lucan, por los que defiende que, en gran parte, el devenir de la historia de la arquitectura viene marcado por la adopción o réplica a dos tipos arquitectónicos bien definidos: el pabellón y el patio. No sólo es esta regla aplicable y más evidente a la mayor parte de la arquitectura histórica, o clásica, como algunos se empeñan en denominar, sino que también podemos encontrar la esencia del pabellón o del patio –o recinto- en muchos de los proyectos desarrollados por los maestros de la arquitectura moderna.

Por supuesto, la alusión de Simón Rodríguez-Pagès a los principios de Lucan no es mera verborrea, pues muchos de los edificios desarrollados bien en solitario bien bajo la firma Atelier234 responden a alguna de estas dos tipologías. Como decíamos, en esta ocasión, la conferencia se centró en tres ejemplos bien definidos y de magnitudes bien distintas: un hangar para el aparcamiento de aviones, un complejo de hotel y oficinas, y una pequeña vivienda unifamiliar. No sería justo decir que la complejidad desmerece la sutileza, pues si bien la escala de intervención, y por tanto también el tamaño de los proyectos, es bien distinto, los tres ejemplos destilan un gusto sibarita por el control de la geometría, entendida como el orden que subyace para el rigor en la ejecución de la arquitectura.


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