“A building is a human being's space and the background for his dignity and its exterior should reflect its contents and function. New buildings should fit naturally into their surroundings, both architecturally and historically, without denying or prettifying the concerns of our time. You cannot just quote from history and above all you cannot take it out of context, in however humorous a fashion.
On the contrary, history has a natural continuity that must be respected. Especially after World War II, we have cut wide gashes into the fabric of our cities the world over—we put great traffic arteries through them and erected buildings whose function, shape, size, materials, and colors had no bearing on the existing urban environment.”
Gottfried Böhm pronunció estas palabras como síntesis a su trabajo en el discurso de investidura del premio Pritzker, recibido en 1986.
En medio del debate arquitectónico de los 80, aparece premiada la trayectoria de Gottfried Böhm. Un arquitecto que se desliga de las corrientes del momento a través de una visión particular centrada en el hombre y en una arquitectura cuyas innovaciones no abran brechas en la tradición.
Böhm basa su arquitectura en la compleja interacción de las componentes materiales e inmateriales, racionales y emocionales que rodean la creación de un edificio, con las circunstancias temporales y culturales de cada momento. En sus propias palabras: “si se tiene en cuenta todas estas variable y la arquitectura es coherente con todo ello el hombre podrá vivir en armonía”.
La creación de esta interacción compleja tiene como sustrato la función, la estructura y el material. Desde la flexibilidad y variedad se explica cómo Gottfried Böhm ha construido: simple y complejo, modesto y monumental, usando hormigón, ladrillo, cristal, metal; sin importar un aspecto exterior o un prototipo concreto, toda su obra busca crear un significado, una fuerza simbólica que dignifique el lugar donde se arraiga.
El 24 de Enero del 2014 Alberto Sanabria Martín, Jorge Used Navasa, Ane Iribar Zurutuza, Raquel Zugasti Romero y Alvaro Itarte Pérez, repasaron la obra del arquitecto alemán.
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