jueves, 25 de abril de 2013

AA Solano Benítez



El pasado jueves (25.04.2013) Solano Benítez clausuró el ciclo de conferencias y exposiciones Arquitecturas de Autor de este curso 2012-2013 con una charla que se había pospuesto de su fecha original. Así, su obra más reciente ha estado expuesta en el vestíbulo de la Escuela en dos ocasiones.

Para muchos es, además, al menos la segunda ocasión en la que hemos podido asistir a las explicaciones del paraguayo. En el mes de junio del año pasado una de las ponencias del congreso internacional ‘Arquitectura: Lo común’ corría a su cargo. No ha habido, pues, demasiado tiempo entre una y otra como para que esperásemos nada distinto de lo visto y oído. O sí, al menos en parte.

De hecho, Solano comenzó defendiéndose de alguna crítica sobre su intervención del verano. Recordemos que Solano procura una arquitectura apegada a la técnica y los materiales locales, sobre todo el ladrillo, con una sensibilidad extrema hacia lo natural. Se mezcla la inventiva con una actitud abierta a lo posible. Lejos de lamentarse de una situación muchas veces precaria, Solano defiende ese estado como el óptimo para desarrollar la creatividad arquitectónica.

Ocurre que, para los que hacían por aquel entonces esa crítica, es difícil fiarse de un discurso que acentúa en exceso esta actividad en el filo continuo de lo posible y de la creatividad, como resultado en una arquitectura sin otras mediaciones. Resulta difícil pensar en Solano como un ‘buen salvaje’, que se preocupa sólo del material y de su puesta en obra sin calibrar demasiado el resultado. Pero resulta que es así.


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