viernes, 22 de marzo de 2013

Renzo Piano P1998



En unos momentos en los que en España algunos proponen poner en cuestión los propios fundamentos de la arquitectura, no se nos ocurre mejor explicación para despejar éstas y otras incomprensiones, y más accesible para todos los públicos, que recurrir a la respuesta que Renzo Piano daba a un entrevistador cualquiera en la televisión italiana. Explicaba el arquitecto:

"La arquitectura es un oficio de servicio, pues eso es lo que es: un servicio. La arquitectura es un oficio complejo porque el momento expresivo formal es un momento de síntesis fecundado por todo aquello que se encuentra detrás de la arquitectura: la historia, la sociedad, el mundo real de la gente, sus emociones, esperanzas y esperas; la geografía y la antropología, el clima, la cultura de cada país donde se va a trabajar; y, de nuevo, la ciencia y el arte. La arquitectura es un oficio artístico, aunque al mismo tiempo también es un oficio científico; éste es justamente su hecho distintivo".

Además de reconocer en la obra de Piano estas dos cuestiones, cabe que nos preguntemos entonces, ¿hay algún otro oficio que reúna estos dos hechos? ¿Alguien que no sea el arquitecto se preocupará a la vez de la historia, la sociedad, la gente, la geografía, la antropología, el clima, la cultura, la ciencia y el arte, cuando ejerza su profesión?  ¿De verdad, la arquitectura ha dejado de ser necesaria?

Nosotros creemos rotundamente que no.

El pasado viernes, (22.03.2013) el grupo compuesto por Amaia de Vicente, Alejandro Moro, Ignacio Ruiz Mendaza y Luis Sarasti convocó a toda la clase a reflexionar sobre estas y otras cuestiones al presentarnos el decimoquinto seminario del curso 12-13.


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